Si eres de esas personas que entrenas prácticamente todos los días y además trabajas e incluso tienes familia con hijos, necesitas empezar a planificar el DESCANSO.
Cualquier programa de ejercicio que pretenda ser efectivo debe tener unas cargas de entrenamiento seguidas de un descanso adecuado que permita al cuerpo adaptar sus estructuras y funciones. Es decir, las mejoras en el rendimiento se producen durante los periodos de descanso, y no durante los periodos de entrenamiento.
Por otro lado hay que tener en cuenta que el cuerpo también se ve afectado a nivel de fatiga y estrés físico por nuestra vida cotidiana, trabajo, familia, salir, etc, por lo tanto tendremos que tener en cuenta estos factores a la hora de planificarnos los entrenamientos. Por decirlo de otra manera, si tenemos una vida bastante ajetreada con jornadas laborales largas, vamos a obtener un mejor resultado entrenando un poquito menos y descansando un poquito más.
La explicación fisiológica de todos estos procesos que realiza el organismo se basa en la capacidad natural del ser humano de adaptarse al entorno y a los estímulos que recibe. Cuando el cuerpo se enfrenta a una situación de estrés, que puede ser el ejercicio por ejemplo, este reacciona tratando de adaptarse para poder enfrentar la situación. Si el estimulo se repite de forma recurrente, el cuerpo comienza a cambiar sus estructuras, entorno hormonal, y funciones con el objetivo de prepararse para encarar de forma más eficaz el estrés al que es sometido.
Pero cuidado con prologar de forma excesiva las situaciones de estrés sin el adecuado descanso. En este contexto el organismo está en permanente estado de fatiga y es incapaz de adaptarse. Si insistimos en este ritmo sin descanso entraremos en lo que se conoce como SOBREENTRENAMIENTO, que es realmente un proceso de estrés crónico en el cual nuestro entorno hormonal se ve desregulado de tal manera que experimentaremos síntomas como:
-Problemas de sueño
-Fatiga constante
-Perdida significativa de rendimiento
-Problemas de concentración
-Perdidas o ganancias de peso repentinas
Salir de un estado de sobreentrenamiento requiere de un descanso prolongado y de una vuelta al ejercicio y a las rutinas de forma progresiva en periodos que pueden durar hasta 2 o 3 meses.
En definitiva para tener un buen rendimiento y cuidar nuestra salud recomiendo seguir las siguientes pautas generales con el descanso:
- Dormir diariamente 7- 8 horas.
- Tratar de acostarnos y levantarnos a las mismas horas habitualmente.
- Descansar del ejercicio al menos una vez en semana.
- Si tenemos semanas especialmente duras por trabajo, haber dormido poco, etc, ampliar los días de descanso con el ejercicio.
- Los entrenamientos de fuerza y de series (corriendo) deben ir separados al menos por 2 días sin entrenar estos contenidos.
- Si tenemos agujetas después de un entrenamiento intenso podemos hacer al día siguiente un entrenamiento suave que se conoce en el argot deportivo como “descanso activo” que permitirá acelerar el proceso de recuperación.
- Debemos escuchar a nuestro cuerpo y atender a los posibles síntomas de fatiga y sobreentrenamiento para dosificar los descansos.